En el año de 1856, Manuel Ignacio de Vivanco organizó una rebelión contra la presidencia de Ramón Castilla (1855-1858), desembarcando en nuestro primer puerto para tomar Lima; cabe mencionar que en ese tiempo, el coronel Manuel Cipriano Dulanto, ejercía su rol de primer alcalde del Callao.
La defensa del primer puerto estaba al mando del general José María Plaza y contaba con las fuerzas del arsenal, del castillo y la columna “Constitución”, así como milicias de ciudadanos rápidamente organizados.
Desde la madrugada del 22 de abril de 1857, se iniciaron los enfrentamientos, que fueron repelidos rápidamente. Lamentablemente, uno de los primeros en morir fue el general Plaza, tomando el mando de las fuerzas gobiernistas el general Manuel Diez Canseco.
Los valientes chalacos, sin distinción de clases, ni de edades, acudieron al peligro que corrían las instituciones; todos las salvaron a costa de su sangre. La lucha fratricida culminó a las ocho de la mañana aproximadamente, con el saldo de 70 muertos, 48 heridos y 399 prisioneros de las fuerzas rebeldes y por las fuerzas del gobierno 40 muertos y 36 heridos. Completa derrota para Vivanco.
Ese mismo día, la Convención Nacional debido al heroico accionar mostrado, le confirió al Callao el título de Provincia Constitucional, designación en reconocimiento ganado por nuestro pueblo, en defensa de las instituciones.