Nos aprestamos a celebrar en el presente mes de abril, el 168 ° Aniversario de la elevación del Callao al rango de Provincia Constitucional. Muchos historiadores y una extensa bibliografía, narran los hechos de lo acontecido, recordando que “La fiel y generosa ciudad del Callao, asilo de las leyes y de la libertad “, ha sido escenario de cruentas batallas y punto estratégico para la defensa de nuestro país.
Los hechos históricos muestran que el Callao fue cuna de grandes personajes que contribuyeron al desarrollo y progreso del Primer Puerto de la República, y que en la actualidad forman parte del patrimonio histórico cultural.
Fue el Mariscal Andrés de Santa Cruz, que mediante decreto de fecha 20 de agosto de 1836, creó la “Provincia Litoral del Callao”, fortaleciendo con ello la unidad de los pueblos Callao y Bellavista, que ya habían sido constituidos en tiempo de los virreyes.
El 22 de abril de 1857 el presidente Ramón Castilla promovió al Callao como “Provincia Constitucional”, esta denominación marcó la identidad de sus moradores y hace que se sientan orgullosos hoy en día.
La historia narra que este título se le otorgó en reconocimiento a los chalacos por su lucha contra las fuerzas golpistas de Manuel Ignacio de Vivanco durante la guerra civil de 1856-1858.
Es preciso recordar a ilustres personajes que formaron parte de esta historia y que contribuyeron grandemente con el desarrollo del Callao, por ello citamos al Coronel Manuel Cipriano Dulanto, quien fundó la Sociedad de Beneficencia del Callao, para atender a los más necesitados y vulnerables de aquel entonces y que fue creada en un inicio como “Junta de Beneficencia” el 30 de junio de 1841. Posteriormente el 1 de diciembre de 1848 participó en la creación de la Sociedad de Beneficencia del Callao, siendo elegido su primer director para el período 1848-1849, volviendo ocupar este cargo entre 1853 y 1854.Su legado permanece latente en esta institución que sigue atendiendo a las personas más vulnerables.
Don Manuel Cipriano Dulanto lucho contra la Confederación Perú-Boliviana, renunciando a su sueldo como militar y a posibles ascensos militares mientras siga la guerra restauradora.
Así mismo, mandó a construir fincas para alquilar a los migrantes que venían de otros países con sus familias, así como a los chalacos a bajo costo. Su labor altruista fue innumerable y se ve reflejada en la frase; “Omnia Bene Fecit” que en español quiere decir «Todo lo Hizo Bien» y que se encuentra en la tumba donde descansan sus restos en el Cementerio Baquíjano del Callao.
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